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LIBROS CASI PROHIBIDOS

  A fines de 2017 acometí a la lectura de “Encuentros” una casi autobiografía de Félix Luna, dividida en capítulos temáticos más que cronológicos, muy publicitada en los años 90 cuando salió a la venta, recién pude adquirirla en 2003 en una librería de usados en Lomas de Zamora.   Si bien es un libro voluminoso lo devoré en dos semanas, debido a la amenidad con la que el finado historiador, creador de la revista Todo es Historia y autor del célebre y completísimo “Perón y su tiempo”, narraba todo tipo de acontecimiento de políitca e historia vivida por él durante el transcurso del convulso siglo XX argentino.   En uno de los capitulos finales me entero que un intelectual que integraba el párnaso” del análisis literario, antiguo izaquierdista antiperonista devenido en furibundo defensor del modelo de gobierno K en su etapa de senectud (aclaro que no le resto méritos a este caballero que fue un innovador junto con Adolfo Prieto) y que fue nada mas ni nada menos que Noé Jitrik, es nombr

ALGUIEN NO DESCANSA EN PAZ CAPÍTULOS 7 Y 8

  CAPITULO 7 :   Maríaisabel está parada esa tarde después del mediodía en el andén de la estación del ferrocarril, el tren tarda en venir y se hace largo el tiempo de espera, repentinamente escucha música, “Trigal” la canción que Sandro hiciera famosa.   Cuando vuelve la vista hacia su izquierda observa a un hombre sesentón y canoso que entona la canción con micrófono en mano y parlante y mini equipo a sus pies.   La estación le recuerda su infancia y adolescencia cuando era el punto intermedio en la ruta hacia el pueblo en que vivían unos tíos abuelos suyos.   Tanto cambió todo y parece que no hubiera cambiado nada.   Finalmente llega el tren, sube y repasa mentalmente un nombre:   Marina Lario degli Innocenti.   Buscará nuevamente en el Facebook, no es el nombre de una artista de cine o de una condesa italiana, sino que es una ex compañera de la “muertita” y en su muro ha colgado una foto, la misma foto que apareció misteriosamente en la bóveda de los di Salina.   Le escribió

ALGUIEN NO DESCANSA EN PAZ - CAPÍTULO 6

  Yamila mensajea a Diana para acordar el encuentro semanal.   Diana responde:   Estoy re loca no se como hacer la nota sobre esa tal Normita, hermana de Marta Lagorio, no me sale nada, no entiendo nada… Tranqui, mañana cuando nos reunamos te ayudo… El martes, Yami logró escibir, mientras Diana le cebaba mates…La nota se titulara “Ya nadie se acuerda de Norma Lagorio”, encabezaba la sección farándula de El Pueblo: “Norma Lagorio murió el 21 de marzo de 1956 víctima de un derrame cerebral.   Al término de la función de “Antígona” de Jean Anhouil, en el Teatro Smart, en el camarín sintió un fuertísimo dolor de cabeza, la llevaron de urgencia al hospital de Clínicas pero al cabo de media hora murió, tenía 26 años. Nacida en el interior profundo del la provincia de Buenos Aires, en Carlos Casares, era una de los once hijos del matrimonio Lagorio, inmigrantes italianos. Junto con su hermana Marta, un año menor, se destacaron por su simpatía, carisma y talento.   Aprendieron declamació

ALGUIEN NO DESCANSA EN PAZ - CAPÍTULO 5

  Yamila fue a entrevistarla a Imelda Welf. Dra¿qué me puede contar de Silvia Dantesi? Ay, esa chica era un tesoro, fue una tragedia su enfermedad y su muerte.   Ud. conocía a sus padres? Si en principio a la mamá…eramos amigas desde la adolescencia en la Acción Católica. Aha Ella conoció a su esposo, un profesor de música que vino a organizar el coro parroquial, ella se integró, también tocaba el piano y cantaba muy bien, le gustaba mucho la música. Detalle bien esto no lo sabía El padre Grandi quería armar un coro parroquial y ubicó a este señor, lo trajo del conservatorio para organizar el mismo.   Un muy buen profesional, el coro sigue siendo el orgullo de la parroquia.   A su vez, armó otro coro con gente de la parroquia y gente de otros lados, que hacían recitales y giras, muy lindo también. Elvirita y José, los papás de Silvita, se pusieron de novios y se casaron.   Luego él se desvinculó del coro parroquial para dedicarse al otro coro, que tenía muchos compro

ALGUIEN NO DESCANSA EN PAZ CAPÍTULO 4

  CAPÍTULO 4   Zeno pudo contactar a un hermano de la muertita, vivía en Entre Ríos, era en realidad un medio hermano, le cuenta que recuerda a su hermana mucho, aunque era chico cuando ella murió, pero que nunca visitó su tumba.   Le contó que el padre de ambos habría fallecido hacía bastante tiempo y nada sabía de la mamá y otros familiares de Silvita. Se reunieron en un bar del centro de la ciudad de Concepción del Uruguay, en la cual vivían estos hermanos de Silvita. Soy Marcelo Dantesi, hermano de Silvia. Contacté con vos y te agradezco tu disposición, le comentó Zeno. Vi el informe y me decidí a hablar de la cuestión Contame de tu hermana cuando vivía La recuerdo mucho y la extraño también.   Yo tenía ocho años cuando ella murió, Silvia vivía en Buenos Aires con su mamá y una tía creo y nosotros en Entre Ríos, cuándo ella venía de visita a pasar las vacaciones la íbamos a buscar, porque como era menor de edad, papá la iba a buscar.   Durante el año la llamaba por

VERSEANDO I

 PENUMBRAS Yo miro las penumbras y ellas parecen mirarme ¿Por qué las miro y no me miran? ¿Por qué escrudiño  y nadie responde? Será por su misterio las penumbras  no se dejan  mirar ni escrudiñar. Sondeo el misterio y el me sondea a mí la luz rebota en el piso y los rayos del polvo  parecen salir y sopla un  viento de muerte que nadie quiere oir La lluvia anega todo lo que encuentra y la noche no  cede más eterna noche eterna lluvia ambas parecen hablarme marcarme, todo se marca la lluvia, la noche, el frío. Sin embargo la lluvia espesa, cerrada y la noche negra al reino de los muertos. Camino esa noche negra, cerrada, de lluvia profunda, tras los vidrios que mi casa enfundan.

VERSEANDO

 Como compartí en entradas anteriores durante bastante tiempo mi actividad escriturística se limitaba a la poesía y creía estar encaminada en ello, aunque luego me decanté por la no ficción, a continuación expongo algunas muestras que datan de los años 2012 y 2013, espero no se aburran. Sombras En las sombras de una ciudad muerta, esqueleto de siesta. cuando se apaga el poco latido que queda,  una angustia soñada aflora sobre muros grises que emergen del asfalto, mudo, todo mudo, sin luz ni sol, yo repito, repito, repito, lo mismo de siempre será un hueco del que no quiero salir? ¿El  abismo que se abre  y me atrae al vértigo? ¿Qué miedo es el miedo a todos los miedos por si acaso? La luz de la noche no me da la respuesta. Camino de sombras en mi sueño diviso y confiada me adentro atravieso paneles, paredes y puertas, pasillos, jardines,  habitáculos secretos que quizás me avisen que pierda mi miedo, mis miedo, que son míos, míos muy míos mis miedos como cualquier otro  los tiene en su