LIBROS CASI PROHIBIDOS
A fines de 2017 acometí a la lectura de
“Encuentros” una casi autobiografía de Félix Luna, dividida en capítulos
temáticos más que cronológicos, muy publicitada en los años 90 cuando salió a
la venta, recién pude adquirirla en 2003 en una librería de usados en Lomas de
Zamora. Si bien es un libro voluminoso
lo devoré en dos semanas, debido a la amenidad con la que el finado
historiador, creador de la revista Todo es Historia y autor del célebre y
completísimo “Perón y su tiempo”, narraba todo tipo de acontecimiento de
políitca e historia vivida por él durante el transcurso del convulso siglo XX
argentino. En uno de los capitulos
finales me entero que un intelectual que integraba el párnaso” del análisis
literario, antiguo izaquierdista antiperonista devenido en furibundo defensor
del modelo de gobierno K en su etapa de senectud (aclaro que no le resto
méritos a este caballero que fue un innovador junto con Adolfo Prieto) y que
fue nada mas ni nada menos que Noé Jitrik, es nombrado por Luna como compañero
de juergas en la provincia de Catamarca post peronista y pre frondicista. Ocurre que este libro aún se encuentra en
librerías de usado o en mercado libre, pero luego de su lectura observo que con
Jitrik ocurre lo mismo que ciertos pasados incómodos, quienes desde el
antiperonismo (no digamos ya el gorilismo) devienen en sólidos apoyos
intelectuales via “Carta Abierta” deben tener un pasado impoluto y no
contaminado, habida cuenta de su amistad (luego aparentemente rota) con un
radical como Luna que supo relatar su triste experiencia de prisión y torturas
sufridas durante el primer y segundo peronismo a raíz de su militancia político
estudiantil (tampoco Jitrik se salvó de visitar algunos días la comisaria como
también le ocurrió a Halperin Donghi en la misma época).
El amigo Noé Jitrik, fallecido en 2022,
integró con los hermanos Viñas, Sebreli, Ramón Alcalde, Carlos Correas y otros,
la revista Controno, renovadora de la teoría crítica literaria en nuestro país,
con la introducción del pensamiento existencialista (más Sartre que Camus) en
la etapa final del peronismo. Luego
participó de la organización y redacción de la revista Capítulo historia de la
literatura argentina, empresa que llevó a cabo el desaparecido Centro Editor de
América Latina. En los años 70 se exilió en México con su esposa Tununa
Mercado (también escritora) y sus hijos.
No solo se lo considera uno de los fundadores de la crítica literaria
moderna en Argentina, sino que también publicó poesía, novela y fue crítico de
cine. Pero nos encontramos que sus
biografías que circulan por internet omiten toda referencia a su amistad con
Félix Luna y su apoyo a Frondizi y su participación en la campaña electoral que
lo llevaría a la presidencia de la Republica en 1958.
En el libro “Casa Rosada” (de una serie de
libros de memorias que abarcan desde su niñez hasta su primera adultez, muy
difíciles de conseguir por cierto ya que los edita y comercializa una casa de
ediciones independiente, es más el ejemplar que yo pude comprar es usado y de
casualidad lo encontré en una librería de calle Corrientes), relata sus
vínculos con el grupo Contorno y su función como “asesor en las sombrar” de la
política cultural de Frondizi. Los
relatos de “Casa Rosada” abarcan los años 1954 a 1962, desde el fin del primer
peronismo hasta el fin por golpe de estado en 1962 de la presidencia de Arturo
Frondizi. En los capítulos referentes al
frondicismo lo recuerda a Félix Luna, pero como un simple compañero de ruta que
se pudo acomodar en un carguito y nada...ahí se corta cualquier referencia a
él.
Con respecto al libro de Jitrik, en una reseña
hecha por Claudio Zieger, Felix Luna es nombrado en una lista de amigos del
autor, pero no ahonda en el compañerismo tan estrecho que relata
“Encuentros”. En una entrevista e en la
revista Matices Jitrik reconoce haber corregido los discursos que le escribían
a Frondizi.
El relato en cuestión está narrado en las
páginas 496 y 497 del citado libro de Luna y se refiere a una gira política por
Catamarca, en la cual fueron muy bien atendidos por dos chicas. Por el año en que ocurrió la anécdota, o sea
a principios de 1958, ambos estaban solteros (Luna y Jitrik). En el libro “Casa Rosada” Jitrik no hace casi
mención ni siquiera de la recorrida por dicha provincia, aunque en esta cuestión
de las campañas electorales se ve que no la pasaban tan mal.
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