La foto es en blanco y sepia, de principios de la década de 1930, en un jardín hay cuatro chicos: dos nenas y dos varones. Tres de ellos sentados sobre un banco con un cerco de fondo y uno de ellos montado en su triciclo. La mayor de las chicas, de unos 7 u 8 años le dicen Beba y sostiene en sus rodillas a una bebe de un año mas o menos, a la cual llaman Porota, al lado de Beba está Titín, un nene de unos tres años, hermano de Porota. El nene del triciclo es Pacheco, el hermanito de Beba. Titín era mi papá, Porota hubiera sido mi tía. Beba y Pacheco eran vecinos y entrañables amigos de Titín y Porota. Quiso el destino o la Providencia que la más chiquita de la foto, partiera antes que todos en un desolado febrero de 1944 a causa de una meningitis, con apenas 12 años, solo unos meses antes que llegara la medicina salvadora, la penicilina y que la mayor de todos, Beba fuera la última en partir siendo nonagenaria. Ella y su hermano fueron muy compañeros hasta el fin