LOS OLVIDADOS: ALEJANDRO VIGNATI
En mi temprana
adolescencia descubrí y me compré una revista argentina que hoy ya no se edita
llamada “Rock and pop superstar”. En las
páginas de dicha publicación había mucho más que notas sobre música rock, tal
es así que me tropecé con una nota reportaje a Alejandro Vignati, periodista,
escritor, calificado como “loco de la guerra”, autor de libros sobre investigación
paranormal como el triángulo de las Bermudas y la extinción de los dinosaurios,
luego, sin solución de continuidad, a principios de 1984, leyendo la revista “Mutantia”
(tampoco se edita más) me entero de su fallecimiento en Venezuela. Vignati había nacido en la localidad
bonaerense de San Andrés de Giles en el año 1934, estudió la carrera de Química
en la UBA, pero no la concluyó. Fue un
multifacético trotamundo, principalmente se destacó como poeta, pero sobre todo
como periodista multiterreno, también incursionó en la realización cinematográfica. Recorrió América Latina y en los años 70 recaló
en la ciudad de Barcelona y en esa etapa desarrolló la mayor parte de su
carrera, abocado a investigar y publicar sobre temas de periodismo alternativo,
ovnis y realismo fantástico, muy en boga en esos tiempos. Ya en la madre patria
fue activo participante en la revista “Mundo desconocido” publicando en los
primeros números de esta publicación.
Vignati era un autodidacta versado en vario temas derivados de sus
amplias lecturas, como pude comprobar leyendo un artículo sobre la historia del
conde Drácula en la citada revista a la que se puede acceder ahora
digitalizada. De dicha lectura pude
inferir que Vignati era un narrador interesante con gran manejo de los ritmos y
pulsos narrativos. A fines de los años
60, viviendo aún en Argentina, fue secretario de redacción de una revista
pionera en el tema “2001 periodismo de anticipación” (también hoy digitalizada). En el primer número de la revista, del mes de
octubre de 1968, Vignati tiene a su cargo la nota principal redactada con todos
los recursos de lo que se conoce como literatura de no ficción, el relato es de
gran impacto visual, es como sumergir al lector en la realidad misma, es como
estar viendo todo, todo…hasta el título atrapa (aunque yo soy escéptica en esos
temas): “Bariloche: desde el cielo nos
vigilan”. Otro recurso que Vignati
maneja muy bien es el detalle completo de todos los datos acerca de cada entrevistado
como la edad, profesión, familia, trabajo, que nos lleva a meternos adentro de
cada uno de ellos, y así también nos enteramos de que, en esta ciudad del sur,
en los años 60 vivía un aviador militar alemán retirado. También hace una descripción del tiempo como
un informe meteorológico tan detallado que redactado en primera persona
mantiene y hace crecer el interés, aunque seamos escépticos. El lenguaje de Vignati es coloquial de ahí el
atractivo al leerlo.
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