RECENSIONES 2:

 

El cuento “El ídolo y la loba” de Blas Matamoro, publicado en el libro de relatos “Nieblas” tiene una narrativa muy interesante que puede servir hasta para jugar a las adivinanzas.  La loba del cuento, que aparece protagonizando la película que el narrador va a ver a un cine de barrio en función nocturna es Isabel Sarli, la Coca Sarli, que hace películas de desnudos, vive en una gran casa quinta con su madre y un montón de mascotas.   Márquez, su mentor artístico es Armando Bo, que fue deportista antes de dedicarse a la actividad artística y cinematográfica, estaba casado y tenía hijos y era el amante de la loba, situación similar a la vida real (Armando Bo estaba casado con María Teresa Machinandiarena, hija de Miguel Machinandiarena uno de los dueños de estudios San Miguel, empresa cinematográfica.  Armando nunca se separó oficialmente de su esposa y tenían tres hijos, el único varón Víctor Bo).  En la película hace referencia a una mujer de fortuna y lo apuntado anteriormente confirma el dato.  Con respecto al ídolo me cuesta identificarlo, pareciera una fusión entre Raphael y Camilo Sesto.  Los protagonistas se mueven en un interesante contexto sociológico:  los hombres solos que merodean cines que exhiben películas de temática cuasi pornográfica o pornográfica del todo, a los cuales se solía apodar valijeros o marginales que podían ser gay o heterosexuales indistintamente, en un ambiente que atraía a todo lo marginal.   Las mujeres que asisten, jóvenes y mayores, atraídas por el ídolo y para reflejar sus fantasías más recónditas, tener un hijo con él por ejemplo.  El mandato de maternidad y paternidad impuesto a la pareja de hombre y mujer que también asisten al cine está explicitado en las imágenes de criaturas con las que ella decora la casa