Entradas

LOS ANGELES CAIDOS

 Silencio frío, helado, silencio El abismo de angustia que se abre una grieta tan profunda que no se divisa el oscuro fondo. Angustia, aleteando silencio denso  angustia sólida acédica, perezosa matriz de todo pecado Soberbia, cuan terrible es lejos del Supremo Bien situarse, del ansia por liberarse, condenarse. Rumor de alas brillos de espadas, relámpagos cual  chasquidos de látigos y más silencio, más angustia y más frío. ¡Quién como Dios! se oye una voz,  una música casi inaudible, dulce, indescriptible, omnipresente surca y quiebra el  silencio de angustia. Perpendiculares al abismo  cayeron, miríadas, las  dos terceras partes, cómo el mármol de Bellver, los grabados de Doré,  el anticredo de Carducci. El absoluto mal,  inasible en su andar ahoga y sigue hasta que el fin del tiempo sea su lápida, cuando ya no haya más tiempo anunciado al son de las trompetas. NOTA:  Este poema lo compuse a fines de 2002 o principios de 2003 para un concurso de poesía de tema católico que promovía l

LOS DÍAS NUBLADOS

 La imagen suele repetirse, en sueño o en vigilia:  es el fondo de mi casa, dónde viví mi infancia y adolescencia, poblada de vidas que están o no están, dónde el recuerdo campea a sus anchas para quedarse.  Es un atardecer de otoño o invierno, nublado, oscuro prontamente, no hay arreboles ni grises, a veces llovizna, a veces  no.  Con la oscuridad se apaga el tiempo, seguramente es un domingo, las sombras se perfilan:  el piso de cemento hasta el césped, separado por el cerco de madera, el árbol de la morera, el laurel, la palmera, el limonero, el duraznillo, los juegos, dan al jardín un perfil mayestático, la higuera, la parra, la hamaca, la corona de novia que se prolonga hasta la medianera marcando un final.  La imagen está en mi porque es el caer de la noche que llama al refugio, cuando todo parece morir para renacer. 

LA PATINA DE MISTERIO

 Era un jueves de invierno, poco más de las siete de la mañana, la lluvia era constante, de noche aún sin amanecer, más noche por la lluvia fría, en el cielo oscuro de fondo recorta el misterio, la vista de la casa rodeada de árboles, espectral mansión a una cuadra de la parroquia, con su torre neogótica, conjunto perfecto para novela negra o cuento de terror y crimen o película que entre derecho a los entresijos de las almas. La pátina de misterio me llama, me atrae pensando el interior de esas casas o de esa casa:  paredes tapizadas, molduras, muebles antiguos repletos de viejas fotos, recuerdos, papeles, diarios, cartas, el pasado en estado puro.  Vaya a saber que secretas historias se guardan allí.  (la locación es Remedios de Escalada oeste, calle Rosales)

OTRA DEL DECORATIVO

 Hay una imperdible joya en el Palacio Errazuriz, es un salón con espejos, imitación de la galería de los espejos del palacio de Versalles que te da la ilusioncita de estar un ratito de visita en París...tres chic ...de caminar una y otra vez sin que se den cuenta y verte reflejada en facetas ahí.

ICONOGRAFÍAS: SU Y HORACE EN EL DECORATIVO

https://www.lanacion.com.ar/espectaculos/personajes/susana-gimenez-revivio-los-anos-dorados-del-cine-argentino-nid1704125/  

IMPRESIONES 7 : EL MUSEO NACIONAL DE ARTE DECORATIVO (PALACIO ERRAZURIZ).

 Supe del lugar en los tardíos años setenta cuando vi las fotos en una nota de la revista de La Nación.  Una noche de septiembre de 1984 pasé por la entrada de Avenida del Libertador al 1900 y quedé fascinada por semejante esplendor.  Una veraniega tarde de febrero de 1987 me decidí para ir a conocerlo, aunque mas no fuera el primer piso que alberga al Museo Nacional de Arte Oriental.  Hacía mucho calor pero fui igual y pude conocer esa zona de Buenos Aires fascinante a la vera de las avenidas Figueroa Alcorta y Libertador, corazón de la Isla de la Recoleta y Barrio Parque.  De más está decir que era la única visitante del pequeño museo y lo tuve a mi disposición para mi sola, entrando por el comedor y subiendo una escalera de madera del soberano y ecléctico palacio.  Quedaron fijados en mi retina los biombos Coromandel, el altar budista dorado dentro de un armario que lo contenia y las armaduras y cascos de samurai.   Todas las visitas guiadas que he tenido la suerte de hacer las he d

ICONOGRAFÍAS: SILVIA LEGRAND, LA MELLIZA OLVIDADA

Imagen