EL LIBRO QUE ME DEVOLVIÓ LA RISA
Era noviembre de 2017. Unas semanas antes, en mi viejo y querido colegio , que tantos buenos recuerdos y algunas tristezas me ha deparado, me había encarado las directivas y me habían labrado un acta debido a una serie de comentarios más deformados que otra cosa, que algunos alumnos me habían adjudicado. Fueron días de amargura que solo aflojaron un viernes a la noche con la Misa y la posterior fiesta por los 110 años del colegio. Tan feo fue todo y tanta la desazón que hasta pensé tomarme una licencia, a pesar que faltaba menos de dos años para mi jubilación a la que finalmente logré llegar en agosto de 2019. Ya en el mes de diciembre, los últimos días de clase, con pocos alumnos y en período de integración previo a las mesas de examen de diciembre, para aplacar el aburrimiento de tardes larguísimas en mi otro colegio , me llevaba la netbook del plan conectar igualdad, con la excusa de buscar material para que los chicos trabajen y también para no “morir de tedio” yo…o qued