IMPRESIONES 17
8 octubre 2017. Experimento Cine Gaumont para ver la película
“Yo soy así. Tita de Buenos Aires”. La gente sale, hay vida después del mediodía
del domingo, se puede ir a Lomas hasta la estación y recorrer calles somnolientas,
casi deshabitadas en un día nublado, algunas en venta, que luego de la
operación serán demolidas para levantar departamentos vendibles en edificios de
sofisticados nombres. Tomo el tren y
para mi asombro hay vida en Constitución los domingos a las 15 hs. Fila larguísima en la vereda de Rivadavia
para sacar la entrada que también atrae por su precio: $30 y $10 para los jubilados. Luego de la
peli caminata y un helado en el Burguer King de Corrientes, no me compré ningún
libro. Cayó pequeño chaparrón, no así en Lomas. Volví en combi y tomé colectivo
en Lomas para vuelta a casa. En la fila escucho señoras que planifican su
venida todos los días de la semana a este cine.
H, Yrigoyen casi sin tráfico, bien a esta hora después de las 20 de un
domingo. Una señora en la fila no me puede
creer que vine desde Lomas de Zamora a C.A.B.A.
Pasé por la puerta del cine Lorca en av. Corrientes, me dieron ganas de
volver. También se ve mucha gente sola,
deambulando, la vida pasa por Corrientes, mientras Callao está un poco
desierta.
Yendo al grano, la
película me gustó, es una versión libre de la vida de Tita Merello, con varias licencias
históricas, pero tiene muy buena producción, reconstrucción histórica muy
acertada del tiempo que va desde los inicios de Tita hasta el apogeo de su
carrera artística entre 1921 y 1955.
Desde su juventud en un cabaret en el cual conoce al aristócrata Simón
Iriondo que será su amante, pero le enseña a leer y escribir a Tita, dando un
ejemplo de superación, que le permite encarar nuevos desafíos como cantante y actriz. Muy buena composición de Mercedes Funes, a
Sandrini, personificado por Damián de Santo, no lo dejan bien parado. La madre de Tita, personificada por Esther
Goris es la voz de la conciencia, que le dicta que le conviene hacer y que no. Hay personajes bien logrados como el actor
que personifica a Francisco Canaro, que está igual. Muy bueno el segmento musical de la película,
cuestión no fácil para el cine argentino que no tiene la cancha de los yanquis
con el musical. Al final la gente aplaudió de pie.
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