VERSEANDO III
Estos poemas tienen su origen en el hecho de narrar sueños que he tenido hace algunos años, siendo la poesía la única forma que tenía en ese momento para contarlos.
EL ROCKERY SILENCIOSO
La luz
de la luna
Fluye a través del rocío
De una noche
Y se dispersa
Por el aire
Como agua
Yo veo la luz
De la luna en el
Rocío de la noche
Que explota en la
Penumbra de una
Hora sin tiempo
Eterna agua que caes
Y te esparces
En ti entran secretos
O un secreto
Que vela por todos
Y explota en
Las almas de forma
Lenta
Y vacilante
El rockery silencioso,
Musgoso, frío, ataja
Mis pasos ¿hacia dónde?
No sé, el recuerdo
Me guía el húmedo frío
Me aconseja, adelante seguir
Al viento desafiar
El rockery queda atrás
Mi referencia será
Mi poste para volver
Avanza el camino de lajas
Amarillas, sus junturas
Dibujan las claves
Que leeré o no
Reflejo de nácar
En la noche sola.
La gramilla verde,
Reciente, esmeralda,
El camino marca
Hacia donde se llega
Y se vuelve por
Siempre en la eternidad.
LA FUENTE SILENTE
El sueño volvió
Otra noche, la
Vigilia las pistas
Allana, el día está
Gris, y gris la
Mirada, en los
Muros grises
Y en sus viejas pátinas
Paquebote de luna
Que acerca el silencio
De tan silencio
Que mis pasos resuenan
Silencio oyente
Que envuelve y mece
La madrugada.
Al silencio miro,
Escucho y palpo
Alrededor de mí,
Voz de silencio
Ubicua la fuente
A su alrededor camino,
La fuente dormida
Quieta su agua,
Inmóvil y estéril.
A un banco de
Piedra de un salto
Me trepo
A la fuente silente
Como del espacio
La pálida luna
Mirará su rostro
En la fuente silente.
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