RECENSIONES 5

 

Enero de 2017, terminado de leer “Evita íntima” de Vera Pichel.  Contiene apéndice documental que reúne desde algunos discursos leídos con motivo de su muerte con fuerte tono de ditirambo, más testimonios de la prensa extranjera, particularmente revistas francesas, que se dedican más a detallar la repercusión que generó sus visita a los modistos de la época y como abultó el bolsillo de los mismos (Dior y otros).  Si bien el libro está escrito por una peronista acérrima, el núcleo valioso de testimonios de primera mano de diálogos que mantuvo la autora con Eva.  Ambas se conocían previamente ya que vivían en la ciudad de Junín.  El libro contiene importante información que corrobora el hecho que Eva era rencorosa y se sacaba del medio a todos aquellos que por sus propios méritos la opacaran, además incluye diálogos sobre los incipientes síntomas de la enfermedad que la llevaría a la tumba y su desconfianza rayana en la paranoia con respecto a los médicos, tema que luego tratará Nelson Castro en su libro sobre la muerte de Eva.   Vera Pichel era una periodista que trabajó en varios medios gráficos en las décadas del 40, 50 y subsiguientes.  Conocedora del oficio, no cae en ningún momento en el exceso de elogios.  El libro fue editado en los años 90,  y se consigue en  librerías de viejo o en Mercado Libre.  A principios de los años 90 este tipo de bibliografía histórica estaba de moda y tenía gran difusión.  Con el tiempo el interés por estas biografías se fue apagando.  Lo mismo ocurrió con el libro “Ahora hablo Yo” de Lilian Lagomarsino de Guardo, quien acompañó a Eva en su viaje a Europa, no se lo reeditó luego de su aparición en 1996 y yo pude comprarlo recién en 2023 en una librería de usados, en la calle Sarmiento en CABA, a la vuelta del teatro San Martín. Pero pasada esa década, sólo se publicaban trabajos académicos sobre el peronismo, en los años 2000 en adelante ya no se publicaba ningún libro de memorias que recordara a Perón y especialmente a Eva.  Era como que había que silenciar esa etapa o no contarla con la objetividad, recurso indispensable del rigor histórico. He tratado de esbozar algunas explicaciones pero me quedo corta: la pérdida de interés en el tema luego de la crisis del 2001, momento clave del contexto socioeconómico del país, en el cual el interés pasó al estudio de procesos socio políticos más que en biografías, lo que también puede ser la clave de la falta de re ediciones de estos libros.  La llegada al poder del matrimonio Kirchner y la implementación del “relato K” que necesitaba deshistorizar para crear figuras ideales, una forma de volver al bronce de los próceres que tanto criticó el revisionismo histórico, tal sería el caso de “Evita montonera”, reciclaje de los años setenta ya de por si inexacto, debido a que Eva Perón murió en 1952 y no puede saberse que hubiera ocurrido con ella si hubiera vivido más tiempo (historia contra fáctica, en Argentina solo la desarrolló en dos libros Rosendo Fraga).  También la información contendida en estos libros puede ser inoportuna con algunas figuras de la política que aún ocupan puestos importantes o claves, o sino sus descendientes (la dinastía Cafiero por ejemplo o en el libro sobre John William Cooke escrito por Franco Lindner que fue retirado por una causa judicial iniciada por uno de los nombrados en la investigación).

Enero de 2017

 

Excelente la TV Pública como la llaman ahora, otrora canal 7. El ciclo Filmoteca, a cargo de Fernando Martín Peña, preparó una semana de cine musical europeo, compuesta por películas alemanas anteriores a la llegada de Hitler al poder y al comienzo de la segunda guerra mundial.  Estas cintas musicales alemanas tenían su fundamento en la opereta vienesa, diferente de la comedia musical americana, ya que las coreografías están hechas con valses vieneses, en escenas magníficamente fotografiadas, a pesar del blanco y negro.  Verlas me trajo recuerdos de mi papá que tanto amaba a los valses de Strauss y las operetas de Lehar y no descarto que de chico hubiera visto alguna de las películas, ya que tenía amigos de origen alemán y hasta principios de los años 40, el cine alemán de preguerra era visto en la Argentina, tal es así que este tuvo influencias en Leopoldo Torre Nilsson, ya que su padre, el cineasta Leopoldo Torres Ríos y su tío Carlos Torres Ríos, habían trabajado como operadores de cines cuyos propietarios eran alemanes y proyectaban filmes de ese origen.  También existe el testimonio de la actriz Hilda Bernard cuyo abuelo materno, alemán la llevaba de chica a ver esas películas.  Aparte de los magníficos decorados de la UFA (la empresa alemana de cinematografía) esta estaba muy adelantada en lo técnico, aún más que Hollywood, por esa razón que al llegar Hitler al poder en 1933 y al producirse el éxodo hacia Estados Unidos de muchos directores, mayoritariamente de origen judío (Sirk, Lang, Lubitsh, Wilder) el cine de género se enriqueció temática y técnicamente. 

En ese mismo ciclo pude ver “Era una noche embriagadora” biografía de Tchaikovsky y “El congreso se divierte”, esta última del año 1931.  Es una versión de comedia musical de una etapa álgida de la historia europea como fue el Congreso de Viena en 1814, entrelazando intriga e historia de amor, a tal punto que te reís del gran operador político de la restauración que fue el conde Metternich, del Zar de Rusia Alejandro I y del rey de Prusia Federico Guillermo III, mientras ensayan una coreografía, o sea literalmente los hacen bailar las danzas Polovtsianas de El príncipe Igor, poema sinfónico del compositor ruso Alexander Borodin.  Los alemanes se diferencian de los yanquis y los latinos por su especial sentido del humor, al igual que los ingleses…porque es inimaginable en Argentina una película de comedia que se tome en solfa a Perón y Eva. 

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