ARGUMENTOS

 

ARGUMENTOS:

Bajo este título voy a copiar una serie de ideas para películas, obras de teatro, novela o cuento que he ido desarrollando desde hace un tiempo pero que no llego a concretar quizá a la espera que cuando pueda ir a un taller literario pueda ordenar las ideas que contienen, mientras tanto me entretengo un poco con ellos.  Por supuesto que habrá continuación,  estos son esbozos, no prometo una novela completa sino un cuento largo que puede contarse en cine o televisión.

 

LOS AMORES DE MAMÁ

 

Corría el año de gracia de 1960, Diletta Maldiera era una joven novicia, esperaba el gran día en que se desposaría con el Divino Esposo.  Dilecta estaba segura que nadie, nadie, ni el mismísimo Diablo se interpondría entre ella y su meta, eso creía y tan segura estaba que creyó que ella sola ganaría la batalla.

Diletta había nacido y vivido en un pueblo del interior de la provincia de Buenos Aires, de familia de inmigrantes italianos, tenía a sus padres, él un hombre blando y cariñoso, ella una mujer severa, firme, de buen corazón pero dispuesta a hacer cumplir las normas y convenciones sociales, un hermano varón adolescente y su hermana gemela Dalila completaban el cuadro familiar.  El punto es que quizá el diablo estaba parado al lado suyo y ella no se daba cuenta.  Diletta pudo visitar a su familia, con permiso de sus superioras ese verano.  Se reencontró con toda su familia, incluidos sus numerosos tíos y primos y también halló novedades.  Su hermana Dalila tenía novio, un tal José Rossi, joven, alto, apuesto, rubio, pero más bien parco y tímido.  Callaba más que lo que hablaba y observaba más de lo que veía.  Y eso Diletta lo percibió, aunque trató de olvidarlo.  

(Diletta llegó a su casa con sus padres y su hermanito Marcelo, que la fueron a esperar a la estación del ferrocarril.

Preguntó por su hermana Dalila cuando salió de darse un baño

Dalila viene para acá dentro de un rato, para esperar a su novio…

Ah

No te lo quisimos contar en las cartas, queremos que lo conozcas es un buen muchacho, llamado José Rossi.

Cuando estaban en la mesa cenando, su madre comenzó a relatar las novedades sociales del pueblo…

Diletta la que se va a casar es Imelda Capraro

Ah la hermana del padre Pedro

Rossi intervino.: ¿Lo conoce?

Si es el ayudante del p. Eladio Funes, capellán del Convento, el P. Pedro es muy inteligente y dicen que lo van a mandar a Roma a estudiar…

¿Con quién se casa Imelda?

Esa es la cuestión comentó su madre…su novio es un hombre conocido como Favier, tiene una reputación dudosa, de fortuna mal habida, Imelda está muy enamorada, ni sus tíos pudieron disuadirla…pobres los tíos Capraro…tanto sacrificio para criarlos a Imelda y Pedro, que quedaron huérfanos tan chicos…Imelda es un amor de chica pero…ni su hermano sacerdote la pudo convencer…

Rossi volvió a intervenir: Ese tal Favier, en realidad se llama Favieri, vino de otro pueblo, parece que ganó mucho con contrabando, empezó a venir al club y se adueñó de todas las mesas de pocker, por eso mis primos y yo dejamos de ir…tiene comprado a todo el personal de la municipalidad y al intendente también…pésima reputación, mejor ni acercarse…

Es más, Pedro no quiere casarla a la hermana, los tíos están desesperados…

 

Volvió al convento y siguió su rutina de novicia.  Unos meses después recibió una carta en la cual le avisaban el casamiento de Dalila y Rossi.  Ella no podía asistir a la ceremonia obviamente por ser aspirante al estado religioso.

Nueve meses después la familia aumentaba con la llegada de una nena, primera hija del matrimonio.

La recién nacida, vivo retrato de su padre, se llamó Isolda, Diletta sólo pudo conocerla el día del bautismo.

 

(Rossi seguía callando pero sus ojos buscaban a Diletta, sólo sus ojos en un principio.  Diletta no quería ver, pero terminó mirando.  Volvió al convento y algo sordo hablaba a su alma que había algo más que los ojos de José Rossi).

  Diletta y Dalila eran gemelas nacidas un frío día de invierno, idénticas físicamente sus caracteres sin embargo eran disímiles.  Dalila era pura pasión, impulso, lujuriosa, caprichosa.  Sus padres estaban convencidos que el casamiento con José Rossi lograría calmarla.  Durante un tiempo y con la maternidad fue así…sólo un tiempo.   Un año después nació Susana, calco del padre.  Dalila era una esposa y madre dedicada.  Al año siguiente llegó Rosalía, la tercera beba del matrimonio que a esta altura prometía ser fecundo.  Mientras tanto Diletta seguía en el convento. 

Pero pronto Dalila se aburrió de la vida familiar y comenzó a jugar con fuego…

(Jugó con fuego y se quemó literalmente.  Se iba de su casa a encontrarse con Favier dejando marido e hijas, era la comidilla del pueblo, los padres desesperados.  Rossi callando, era el carnudo del pueblo.  Las cartas llovían al convento, Diletta se impuso penitencias, disciplinas, nada…Dalila desapareció un día nublado, unas semanas después de la muerte sorpresiva de Imelda Capraro, era un otoño frío y desolado.  Tres días después el cuerpo semi quemado  de Dalila apareció en el campo de los viejos Lichinchi que estaba en sucesión pero que Favier estaba a punto de comprar mediante ciertas artimañas inmobiliarias, nunca hallaron al criminal, o no quisieron hallarlo, las coartadas de Favier eran perfectas, aunque en el pueblo todos murmuraban, era tanto el poder que ejercía sobre un intendente y una policía corrupta y unos cuantos clientes que tenía en las mejores familias que nadie quería ponerle la mano encima, aunque todos lo detestaran…)

Carmelo Vicente Favieri se hacía conocer con el nombre de Alberto Favier, alto, morocho (del sur del Italia sus padres) de ojos verdes, hombre sin oficio pero con mucho beneficio, pocos conocían el origen de su fortuna, de origen humilde, se murmuraba mucho sobre él: contrabando, arreglos con cuatreros, trata de blancas, tráfico de “sustancias” (morfina y cocó como en el tango)…Dalila cayó rendida a sus pies…

Favier también estaba casado.  Su esposa era Imelda Capraro una muchacha de buena familia, con un pasado un tanto trágico. El papá, Pedro Capraro murió en medio del campo de la familia fulminado por un ataque de asma mientras trabajaba a la vista de los azorados peones, su mamá Ercilla no soportó la pérdida y ni siquiera el hecho de tener a sus pequeños hijos impidió que sufriera un mortal infarto algunos meses después de enterrar a su marido. Imelda y su hermano Pedro, que era sacerdote, fueron criados por sus tíos paternos, los Capraro, gente respetable, no ricos, pero si bien relacionados, tíos empleados públicos de suma confianza del intendente y tías maestra y secretaría de la escuela local.  Favier tuvo en cuenta estas cuestiones para empezar a cortejar a Imelda, que cayó enamorada de este sujeto y se casó con él pese a la oposición de toda la familia, incluido su hermano Pedro que a regañadientes celebró el casamiento.  Favier tenía muy mala fama y quería lavar su “ropa sucia” con un buen matrimonio y la pobre Imelda pronto se dio cuenta de ello pero ya era tarde, no había posibilidad de separación ni nada.  Además Imelda heredó la afección pulmonar que llevó a su papá a la tumba, el asma. 

Favier y Dalila se conocieron en una fiesta en el pueblo y comenzaron a verse clandestinamente…el escándalo estaba servido.  Dalila desatendía a la familia, sus padres comenzaron a alarmarse y enviar cartas cada vez más angustiantes a la pobre Diletta que seguía en el convento, rezando y rezando…

Imelda Capraro pasaba los días en la casa de sus tíos llorando su desventura o escribiendo a su hermano, que había sido enviado por el obispo a estudiar a Roma.

Una mañana Imelda Capraro sufrió un ataque de asma y falleció apenas llegó al hospital…Favier ni se inmutó por su muerte, Dalila era ahora su mayor interés…pero…

Dalila era apasionada, pero buena mujer, y le echó en cara su frialdad con Imelda, porque ella la conocía y apreciaba, y lamentaba su muerte…un tanto sospechosa porque Imelda, había tomado durante la noche anterior a su muerte los remedios contra el asma, situación que daba pie a pensar que Favier, conocedor del uso de ciertas sustancias, porque se encargaba de traficarlas hubiera adulterado esas medicinas con un fin non sancto…Dalila se lo echo en cara y amenazo con denunciarlo…A los pocos días Dalila desapareció y tras una intensa búsqueda su cuerpo semi quemado y semi enterrado fue encontrado en el medio de un campo abandonado.

 

(Pero el diablo ya había hecho lo suyo, Diletta pidió licencia a su superiora, ya estaba próxima a consagrarse pero tenía que estar al lado de su familia, volvió a su hogar, consiguió trabajo de maestra en el pueblo, mientras sus padres se encargaban de las chiquitas, los padres de Rossi habían muerto y su hermana vivía lejos, sólo tenía cerca una tía viuda y sin hijos a la cual le arrendaba tierras, pero la señora tenía problemas de salud…por eso la única ayuda eran sus suegros…)

(Un día dejó de mirar y le habló a Diletta:

¿Querés casarte conmigo?  Yo siempre te esperé y te voy a esperar si es necesario…

Y ella lo miró y exclamó: Si.

Se casaron, las chicas llamaban mamá a su tía.

Favier, en su casa, se reclinaba en su sillón, prendía un habano y revolvía el whisky, sonreía maléficamente mientras repetía:  Quién lo diría, Rossi casado con su cuñada que pintaba para monjita.)

Mientras la vida continuaba, Diletta esperaba un bebé, que finalmente nació muerto, era un varón. 

(Dolor infinito, Rossi le dijo no más hijos, no quiero que sufras, no quiero tampoco sufrir más yo).

El tiempo pasó, las chicas crecían y formaron sus familias.  Los viejos partían también, el recuerdo de Dalila e Imelda parecía haberse evaporado, parecía…Favier seguía con sus chanchullos, protegido por los poderes de turno, aunque de tanto en tanto el recuerdo de lo ocurrido tanto con Imelda como con Dalila lo acechaba, porque a Dalila la amaba, pero tuvo que matarla para tapar el crimen de Imelda…Los años pasaban, la familia cambiaba:  los padres de Diletta murieron, sus viejos tíos también, las chicas crecieron, se casaron y los llenaron de nietos...(Rossi y Diletta permanecían los unía el amor pero también un dolor a cada uno:  ella decirle no a Dios, él perder a su amada Dalila, a pesar de los pesares también la había querido mucho.  El tiempo pasaba y ella pensaba también o tal vez, que cuando Rossi no estuviera volvería al convento.)

Pasó de repente, el pecho de Rossi dio una alarma, un susto, hospital, angioplastía, vuelta a casa, pero antes de eso…era otoño, frío y lluvia, Diletta y las chicas lloraron hasta más no poder. (El tiempo también pasaba para Favier, su poder económico seguía intacto, pero sus excesos le pasaban factura.   Sus compañías femeninas eran cada vez más jóvenes y de menor reputación, le daban bastante dolor de cabeza y debía cambiarlas con frecuencia, para no dejar evidencias…)

(El tiempo pasaba y algunos se iban, de los tíos Capraro, los tíos de Imelda, Felipe, Nicolás y Vicente, habían fallecido, pero las dos tías solteras Norma y Adalgisa vivían aún en la vieja casa, ellas eran las que se ocuparon de la crianza de Imelda y su hermano Pedro cuando quedaron huérfanos, con ayuda también de su familia materna los DiGregorio, pero de ellos no sobrevivía nadie, sólo los primos…Norma y Adalgisa, maestras jubiladas, eran ancianas de muy buena memoria…Además, en esos días, Pedro Capraro, ya cardenal, volvió de Roma para visitar a sus tías, cumpliendo una promesa…y para cumplir otra promesa también…que hacía estremecer un poco, cada tanto, al ya cascoteado Favier).

Diletta conocía a Pedrito Capraro desde la infancia…además, ya joven sacerdote era ayudante del capellán del convento…ambos se tenían mucha estima…ambos tenían cuentas que cobrarle a Favier.

(Vos sos un mal nacido, con todo lo que Imelda te toleró…

Callate, loca, le ponés los cuernos a tu marido, lo sabe todo el pueblo…

Cretino

Andate si querés…total…no sabés lo que puedo ser capaz de hacer…

Me voy, pero todo va a saberse…

Esperó que se alejara…unos pasos, un golpe seco, instantáneo…luego deshacerse del cuerpo, que mejor que el fuego…así no quedaban evidencias…el fuego, que también purifica todo.  Ya tenía preparada unos días antes la fosa que servía de hogera, en el campo abandonado de los viejos Lichinchi, que compró fraudulentamente puenteando a sus herederos y colocó a nombre de un testaferro…se las sabía todas…pero sólo pudo acallar su conciencia con unos cuantos vasos de whisky, el mismo whisky que mezclado con los remedios contra el asma había sido el pasaporte de Imelda Capraro a la eternidad…)

 

EL PADRE TINCHO (2020)

El padre Tincho (su verdadero nombre era Martín)  era un joven sacerdote recién ordenado de una diócesis del conurbano bonaerense, tenía 28 años, era feliz, había pasado por un seminario casi nada exigente y se había divertido mucho y estudiado poco, tenía gran entusiasmo y pocas lecturas, muchas ganas de ir a una parroquia villera o con jóvenes, pero si era villera mejor, así se convertiría en un “cura villero” como sus ídolos, así sería un “revolucionario”.  Lo había ordenado el obispo de su diócesis, monseñor Hugo Lunones, que era su otro ídolo (no decía su “alma mater” o “mentor” porque de latín, lengua nefasta que envenenó a la Iglesia durante 2000años no sabía nada).  Él le decía “idolo” así delante de todos, porque había dejado su profesión de odontólogo para hacerse sacerdote y admiraba su militancia popular en los agitados años 70 del siglo pasado.  El primer destino de Tincho, junto con Tuco, compañero del seminario y ordenación fue la catedral de la diócesis, primer paso para todos los neosacerdotes, además de vivir allí.  Celebraba las misas vespertinas lunes, miércoles y viernes y la misa dominical de 11.30 hs y de 20 hs. Y confesaba los miércoles a la mañana.  Mientras tanto charlaba con los empleados de la curia y leía a sus autores favoritos:  “Tucho” Fernández, Anselm Grun, el biblista Rivas, algo picoteaba del ex cura Alvarez Valdez y de Leonardo Boff, al dudoso, más que dudoso Pagola y toda la bibliografía que la librería católica de la vuelta de la catedral le regalaba al obispo…Sabía que los dos primeros años eran de “formación” como sacerdote…se reía pensándolo, la “formación”  era mala palabra desde el Vaticano II, cosa de viejos y viejas preconciliares…aunque también de jóvenes “tradi” con problemas mentales que el supo conocer en sus años de Acción Católica parroquial.

Estaba descansando en su habitación de la casa curial, pensando en la labor de los curas villeros y viéndose él en lo mismo dentro de algunos años, retratado por la tele y las revistas, ese viernes de cuaresma cuando el obispo Lunones lo llamó, para conversar con él entre mate y mate.

Pronto el obispo se puso un poco serio:

Tincho, vos sos un hijo espiritual mío, confío mucho en vos, se que te estás formando en la buena senda del nuevo paradigma, pero…te necesito en un puesto imprescindible para la pastoral diocesana de la iglesia en salida, aunque a vos te resulte algo anticuado no podemos dejarlo de lado o desatenderlo, daríamos mala imagen…te voy a nombrar capellán del hogar de ancianas diocesano…

Tincho se sobresaltó…pero ídolo no me hagas eso, a ese lugar…al pudridero (así llamaban en la curia al hogar…cuyos capellanes siempre habían sido sacerdotes de la misma edad de las habitantes…mal llamadas “chicas”, “niñas” o “muchachas del día de damas o “las chicas de la matinee” “las que estudiaron con Sarmiento” u otros apodos por el estilo…

está lleno de viejas, y el pueblo de Dios, los pobres que nos necesitan más…

Ellas también son pueblo de Dios, Iglesia peregrina…

Pero ídolo, ese lugar lo donó una ricachona…que tenía título de nobleza, decían que era marquesa pontificia…

A ver, Tincho (la voz del obispo se volvió dura, áspera) más respeto con ese lugar y con la señora marquesa pontificia doña María Leticia López Rodríguez Fernández Pérez viuda de Carrillo de Albornóz (con grandeza de España) y viuda de Civitavecchia.   Bueno, esos títulos gracias a Dios el Vaticano II los eliminó y dejame continuar que no tenía hijos y nos legó a la diócesis todos sus bienes, mejor dicho en tiempos de uno de mis predecesores, Monseñor Colgatti.

Ese corrupto.

Basta Tincho, te hablo en serio.

Sabés Genio, que pasa, tengo unos feos recuerdos de cierta gentuza que rodeaba a esa mina.

Tincho, no hablés así sos un sacerdotes

Vos nos pedís que hablemos con parresía o no…

Bué…

La señora siempre ayudó económicamente a la diócesis, es mas, Mons. Colgatti y Mons. Nazzari tuvieron grandes batallas legales con los hermanos y sobrinos, que pretendían saltear el testamento, hasta yo tuve que vérmelas en estudios jurídicos y demás…pero todo quedó arreglado y en orden…

Se hizo un silencio mortuorio…

¿Aceptás o no?

Acepto, refunfuñó (pensó que posiblemente era una ventaja hacerlo, que ese cargo sería un trampolín para lo que él deseaba, un cura revolucionario, en boca de todos…oh la vanidad, el diablo sabe…)

Bien, si aceptás tenés que visitar el lugar y hablar con el padre Mario Lancia, que se va a jubilar y deja el cargo vacante…

Ah el padre Cacho…

El mismo

Recordó a ese sacerdote menudo y enérgico, párroco de la Basílica Santa Teresita del Niño Jesús, que también fundó un colegio del mismo nombre, buen tipo, aunque tradicional, muy cercano a la gente.

Aunque tenía pocas ganas se dirigió al hogar y fue recibido por el administrador, el contador y escribano Mauricio Rocca, quien se encargaría de ponerlo al tanto del funcionamiento de la institución.

Buenos días Padre

Decime Tincho, puedo ser tu hijo

Rocca con mohin de disgusto:  Ud. es un sacerdote y lo trato de usted, es un consagrado, al igual que las religiosas, también las trato de usted

Tincho chasqueó los dientes, un plomazo este Rocca.

Mire padre(la voz de Rocca se volvió áspera y cortante)..Este hogar tiene un verdadero tesoro en la capilla, la marquesa doña María Leticia no escatimó nada para esta obra luz de sus ojos.

Tincho escuchaba fastidiado

Este templo es la reproducción en tamaño menor de la catedral de Monreale, en Sicilia, una obra única del arte bizantino en Europa Occidental junto con San Apolinar en Rávena.

Tincho estaba al borde del bostezo y pensaba:  este fanfarrón dale con la lata y la vieja ricachona y los pobres que se podrían ayudar vendiendo este lugar…

Tincho entró a la capilla flanqueado por Rocca y no podía creer lo que veía, mosaicos en el piso, en la pared, cubiertos de capas de dorado a la hoja y no entendía como tanta guita en eso y sin embargo…estaba él también fascinado.

Y decime Mauricio, ¿el altar dónde está?

Ahí

Pero no es el altar, es la pared

El p. Cacho celebra ad orientem, la Misa tridentina ¿No lo sabe Padre? Ud. es sacerdote.

Liturgia era lo último que aprendíamos en el seminario, y onda carismática…

Aha pronunció Rocca mirándolo de reojo

Tincho se retiró aturdido, casi se olvida de saludar a Rocca, como si lo asfixiara el lugar, el olor a viejo, a remedios, a desinfectante, aún así sentía nauseas en un lugar extremadamente limpio, no quería quedarse ahí con las viejas, lo peor de la Iglesia, las preconciliares, las hipócritas, lo suyo eran los pobre, la villa, aquellos para los cuales vino realmente Jesús, por eso había entrado a los grupos juveniles de la parroquia, él que venía de una familia nulamente religiosa, salvo sus abuelos maternos y su tía materna, a pesar de haber estudiado en colegio de curas…cayó por la parroquia para jugar al fútbol, y llegó a cura…sería porque su abuela y su tía rezaban todos los jueves el rosario por las vocaciones sacerdotales…y porque le prometió a su abuela en su lecho de muerte que iba a ir a Misa por ella…Volvió a la casa catedralicia y mientras se preparaba para almorzar junto al obispo y los otros dos vicarios pensaba en la tediosa rutina de capellán de un hogar de ancianas. 

Celebrar Misa al alba para las lúcidas, confesar filas de damas que juntas superaban los 1000años más o menos, y eso una vez por semana…La Misa que era para él pura improvisación y participación celebrarla acotada a rúbricas como hacía el p. Cacho, a pedido de Rocca.

En la mesa del mediodía, junto al obispo, estaba el párroco de la catedral Víctor Calles, Tincho permanecía en silencio hasta que el obispo dijo

Tincho, mi decisión de enviarte como capellán al hogar de ancianas se debe a la jubilación del p. Cacho, y me interesaría que antes de tomar posesión de tu nuevo cargo hables con él.

El padre Cacho, cuyo nombre real era Mario Franco Lancia, era el recordado párroco de la parroquia Nuestra Señora de Lourdes, bastión de los tradicionales un tanto remisos a la implantación de las reformas del Vaticano II, sin embargo Cacho era muy querido por los jóvenes, ya que evitó la sangría de fieles y vocaciones en los turbulentos años 60 y 70, luchando a puro Rosario y Adoración del Santísimo y celebrando a escondidas la misa tridentina.  El obispo Colgatti lo envió a la parroquia Nuestra Señora de Fátima que pasaba la misma crisis gravísima, con infiltración de la guerrilla y huída de fieles a las filas del lefevrismo, a su vez y logró no solo sacarla de este marasmo sino fundar un colegio y sacar tanto vocaciones sacerdotales y religiosas.  Monseñor Colgatti y Monseñor Orezzi lo apreciaban mucho al p. Cacho, pero ahora le llegaba una jubilación merecida.  Tincho aceptó de buena gana, dentro de su pesadumbre, el consejo del obispo y concretó una entrevista con el p. Cacho.  Lo invitó a almorzar a su casa, mejor dicho a la casa de sus padres en la cuál ahora vivía.  Sus padres eran un devoto matrimonio de italianos de origen humilde y trabajador que se contaban entre los fundadores de la capilla de Loreto, luego parroquia.  La casa era obra de su papá don Vincenzo que la levantó con sus propias manos y luego amplió y modernizó.  Además en esa casa luego del fallecimiento de sus padres vivían sus tres hermanas solteras:  Coca, Pichina y Porota las tres maestras jubiladas y eximias pianistas y organistas de parroquia, a las cuales se sumaban los fines de semana sus tres primas hermanas también solteras y maestras jubiladas:  María Elena, María Teresa y María Estrella.

-Tincho, lo fundamental es que las escuches la mayoría de ellas está muy sola, a muy pocas las visita la familia, algunas porque ya no les queda nadie.  Le dan mucha importancia al sacramento de la confesión, no sólo por la gracia que reciben sino porque hay alguien que las escucha, al cura le tienen respeto y confianza.  Es imprescindible que vayas a confesar una vez por semana…la Misa con exposición del Santísimo y Rosario, no les discutas eso muchas fueron del Apostolado de la oración, lo tienen marcado a fuego. 

Tincho escuchaba con pesar todo lo que debía hacer, lo que le recomendaba el padre Cacho, porque era todo lo contrarío que le habían enseñado en el seminario.

-Yo se que para vos , un sacerdote joven es un plomazo, pero si les cumplís, te van a querer y son muy agradecidas.  Y si les pedís que recen por vos lo harán seguro.  También reza mucho por ellas y por vos, yo también haré mi parte, aferrate al rosario. Ellas tienen sus historias:  algunas fueron esposas engañadas, maltratadas, abandonadas por sus hijos, y algunas solteronas resultaron frustradas en su vida sentimental por imposición de sus padres…es un alto porcentaje, no te digo que todas pero muchas presentan ese cuadro penoso…también forman parte del sector de seres vulnerables que tanto nombra el Papa.

-Cacho, lo de la confesión, el obispo me dice que las personas mayores no lo necesitan, salvo peligro de muerte, no matan, no roban o explotan a los pobres que es el pecado más grave…Dios es misericordioso.

-Hay siete pecados capitales, el peor la soberbia, el pecado de los demonios como explicó Santo Tomás de Aquino, son capitales de ellos derivan todos los demás, la concupiscencia es la tendencia al pecado de nuestra naturaleza caída, si bien el bautismo nos da la gracia santificante que lo borra, la confesión nos ayuda a vencer la concupiscencia…

-Ah…

-También es peor el pecado de los viejos…como el episodio de los ancianos libidinosos y Susana, en el Antiguo testamento…el episodio de la casta Susana…

-No sabía…

El padre Cacho dio un resoplido…ay pibe ni siquiera viste “La casta Susana” con Mirtha Legrand.

Tincho se rió mucho…pero en el seminario ni bola a eso

-Pecados cometemos hasta el último día de la vida también tenés con la confesión la vía abierta al arrepentimiento, conversión y salvación, aunque sea al último momento, o un poco más, como lo explica Garrigou Lagrange, los tiempos de Dios no son los nuestros

-y quién es ese que me nombró?

El padre Cacho, ya no resoplaba, se había acostumbrado que el padrecito Tincho era un buen pibe pero con escasa o nula formación en un deplorable seminario…por eso cambió su estrategia, se puso a enseñar al que no sabe.

-Por si no sabés este autor era uno de los teólogos más importantes de la primera mitad del siglo XX, puedo acercarte algunos libros de él para que leas, en especial el de la vida eterna…pero se prudente no se lo muestres al obispo.

-¿Por qué?

-Leelo primero con cuidado, si querés venir a mi casa a leerlo para que no te lo vean mejor, así te puedo explicar lo que no entendés

-¿Qué tiene de malo un libro sobre la vida eterna?

-Algún día te lo voy a explicar…ahora hay que ir al grano, que es prepararte para capellán de un hogar de ancianas.

-Padre, tampoco se mucho de la confesión en la práctica…casi no se, en la catedral charlo con la gente…

-Bueno, esperame que ya vengo.

El padre Cacho fue hacia uno de los estantes de la biblioteca, debajo del cual había un cajón, que abrió con una llavecita, del cajón tomó un pequeño pero voluminoso libro con tapas de hule negro.  Lo tomó y lo llevó hacia donde estaba Tincho y lo apoyó sobre la mesa.

-¿Qué libro es?

-Un misal…de la Misa de siempre, la anterior al Vaticano II…contiene en el índice un examen de conciencia para los fieles, si lo lees te va a servir para confesar…podés llevartelo pero que no te lo vean…o venir acá a consultarlo.

-Padre, por qué tanto secretismo y escrúpulos con estas cuestiones, con ese autor y con el Misal…

-Es largo de explicar, lo dejaremos para otro día, ya te darás cuenta.

A Tincho estos comentarios le preocupaban, trató de disimularlo, pero el p.Cacho se daba cuenta, sin embargo no le decía nada.  Cuando se iba, Tincho le pidió que fuera su director espiritual, que lo consultaría con el obispo. 

Luego, el obispo no se opuso.   Le indicó que su tarea en el Hogar consistiría en ir los martes y jueves a confesar y charlar con las señoras y el domingo a las 10 de la mañana a celebrar la Santa Misa.

La noche anterior a su presentación en el hogar, casi ni durmió.  Mientras se aprontaba con el obispo que lo acompañaría a la toma de posesión del cargo de capellán, ese martes, que incluía la misa, el obispo le comentó que también estaría el p. Cacho para despedirse de las “chicas”…Tincho se sintió más tranquilo.

Entró junto al obispo Lunones para tomar posesión del cargo, firmó papeles bajo la escrutadora mirada de Rocca.   El domingo celebraría la primera misa, pero ese martes sería presentado ante toda la comunidad del hogar que incluía al personal médico, enfermeras, mucamas, maestranza y a las internas por supuesto.  Cuando terminó la presentación formar, Cacho lo invitó a su casa a tomar mate, previa autorización de Monseñor.  Mientras mateaban el p. Cacho explicaba:

-Rocca es buen tipo, leal, si es meticuloso, su oficio lo exige, tenés que saber pedirle ayuda y te va a dar una mano, ganate la confianza de él.

-Cómo lo hago?

-Antes que nada escuchalo porque vos sos nuevo en esto y no lo contradigas sin fundamento.  Escucha mucho porque hay mucho que aprender y vos aprendes rápido. Por ejemplo, no vuelvas a decirle nada con respecto a la capilla como la primera vez que fuiste y le dijiste que había que desmontarla y vender los objetos valiosos para ayudar a los pobres…fue un error de inexperto y de tus formadores del seminario…esos comentarios fomentaros la mirada de enojo de Rocca a la que hiciste alusión.  El sabe mucho, conoce mucha gente y vio pasar trigo y cizaña juntos a la vez, y tiene esa actitud previsora, también es algo irónico y burlón al hablar defecto que yo le hice notar…pero es persona confiable.  

 

Con oración y silencio interior y escucha te formarás un criterio correcto que servirá de mucho a tu tarea sacerdotal.

El domingo de la primera misa en el hogar mientras ayudaba al obispo a revestirse en la sacristía lo escuchaba comentar con desprecio:

-Yo dando misa a las veteranas con lo que me necesitan los pobres de los asentamientos de Villa Rivera, encima se jubila Cacho, que es el único que las entiende. 

Desde media hora antes en la capilla esperaban todas las habitantes del asilo, las lúcidas y las un poco idas, muy bien acicaladas, asistidas por las diligentes mucamas que cumplían su tarea con paciencia sin par. En ese rato pudo observar el ascendiente del padre Cacho sobre las damas y la poca empatía del obispo con esa clase de público. La misa transcurrió sin sobresaltos, sobre la presentación de Tincho el obispo dijo unas pocas palabras y le cedió el honor de decir la homilía al P.Cacho.

 

DETRÁS DEL TERRAPLEN (2016)

(Encuentran el cadáver de un hombre dentro de un automóvil.  Tiene un disparo en la frente, en un descampado cerca de una villa en La Boca, separada por un terraplén de la autopista paralela a la Usina del Arte.  Era de profesión asistente social.  Su desaparición la denunció su pareja, una psicóloga.  Si bien algunas de sus pertenencias estaban en desorden y la guantera abierta del coche, no falta ni dinero, ni las tarjetas de crédito y débito ni objetos de valor.

La víctima pertenecía a un gremio de trabajadores sanitarios y sociales, y se cree que su muerte no se debería a un intento de asalto sino a una cuestión más relacionada con la política.  Detienen a un joven sospechoso, que poseía un arma del mismo calibre del disparo mortal.  Este confiesa ser autor del crimen. Su hermana tenía una relación con el occiso y estaba embarazada y él se negaba a reconocer al bebe e insistía en la realización de un aborto para lo cuál cita a la chica en el lugar para conversar dentro del automóvil.  El muchacho acompaña a su hermana y se queda cerca, al escuchar que la discusión entre ambos sube de tono, el se acerca y le dispara creyendo que le iba a hacer daño a la chica.  Luego de simular un intento de robo se escapan, hacia su casa en una villa del sur del conurbano bonaerense.

Al descubrirse la verdad, la psicóloga que era pareja de la víctima admite que conocía la relación, que estaban separados pero aún vivían bajo el mismo techo, y que no había motivación política en el crimen.

Se entrecruza también la relación conflictiva de la viuda con su madre, que está postrada y también vive en el sur del conurbano bonaerense, de dónde ella era oriunda).

-Viniste

-Hoy es miércoles, mi día libre. ¿Película nueva?

-Si me la compró Roxy en el centro, en la calle Corrientes.

-Que raro vos, en blanco y negro, película francesa, siempre ves cine yanqui…en fin yo no salí a vos, no e tiendo nada.

-“Las damas del bois de Boulogne”, de Robert Bresson.  La ví hace muchos años en el cine, con Maricé, una compañera de la facultad de medicina. 

-Nunca me nombraste a esa amiga.

-También era maestra y le gustaba el cine, abandonó la carrera en segundo año, yo la dejé en tercero.

-Y esa actriz tan bonita ¿quién es?

-María Casares

-en una película francesa con ese nombre

-si, era española pero vivió en Francia, ya falleció, vino mucho a acá para hacer teatro.

-Nunca me la nombraste, tampoco.

-Bueno, no se había dado la oportunidad.

 

-Rubi, tenemos que hablar.

-Qué Negrito

-Conocí una chica, en villa Centenario, divina, 19 años, me duele decírtelo pero voy a comenzar una nueva vida con ella.

-Así nomás me decís que soy cornuda.

-No Rubi, no es así, no entendiste

-Entendí, entendí, me pagás así 16 años, sos una m…

-Rubi

-Andate, si ahora querés carne fresca…total el departamento es mio.

-Es mitad tuyo…yo lo compre con el cobro de un juicio.

(Esa noche el se fue a ver a sus hijos, de una pareja anterior. Ella se quedó sola, se tiró en la cama pero no pudo dormir casi, su vida pasó por su mente como una película en continuado.  El casamiento de sus padres forzado porque su madre estaba embarazada de ella, el rechazo de su madre cuando su abuela paterna la conoció y exclamó:  ¡Qué felicidad, es igual al padre!. La preferencia de su madre por su hermana del medio.  La mudanza a Buenos Aires, el desarraigo, la apatía y el aislamiento de su padre, el maltrato psicológico de su madre hacia él, el ninguneo que le imponía a las hijas con respecto al padre.  Su madre, ambiciosa y avarienta a la vez, su amor a la guita, las pilchas, la vida fuera de casa, se iba a estudiar, las dejaba solas hasta que llegaba del padre del trabajo, una mujer muy joven que competía con sus hijas ni bien llegaron a la adolescencia, eso sí, ella heredó de su madre una gran capacidad para trepar. Recordó cuando las enviaron a ese colegio de monjas sin monjas que vanamente intentaron comprar como inversión.  Las traiciones que ella misma infligió a sus compañeras de curso para tener el mejor promedio y ser abanderada, convertirse en lleva y trae de preceptoras y profesoras. A casi todas las mandaba al frente, nadie la podía derribar en su marcha triunfal, por su inteligencia y aplicación,  a todas…menos a Miriam, la única a la que nunca traicionó a la qué no veía desde hacía más de 30 años, ¿qué habría sido de su vida?  Lo último que supo era que se había recibido de maestra y trabajaba en zona de villa…Tan unidas eran que algunos creían que eran familiares, primas, hasta iba a estudiar psicología con ella, pero Miriam, también estudiosa y aplicada no pasó el examen de ingreso y optó por otra carrera, y en ese momento sus vidas se separaron. Comenzó a recordar el primer día de clase en ese colegio, era primer año de la secundaria, no conocía a nadie.  Todas las demás chicas miraban a esta desconocida nueva alumna, el aula era larga y profunda, caminó hasta que encontró un banco libre al lado de otra alumna.)

-Permiso me puedo sentar…

-Si

-¿Cómo te llamás?

-Miriam y vos

-Odilia pero me dicen Odile…u Odi…vos sos de acá…

-si desde jardín…vos sos nueva, de dónde venís

-de la escuela 26

-Ah es cerca de mi casa

Sintió empatía con ella enseguida.

Al recordar ese primer día de clase y su encuentro con Miriam sintió una ráfaga de calidez que la tranquilizó y la dejó dormir tranquila.

 

(al miércoles siguiente vuelve a ver a su madre, sospecha que ella intuye sobre su crisis de pareja, pero todavía no le quiere contar nada…llega su hermana Sadie, la preferida de su madre, es médica, alpinista, no le da bolilla a la madre que tanto hizo por ella…hasta postergo a Roxy su hermana menor haciendo que por un tiempo abandonara la carrera de filosofía y letras para trabajar de recepcionista en el primer consultorio que tuvo Sadie, financiado por su madre…Roxy vive con su madre y la cuida, Sadie está divorciada y tiene dos hijos:una psicóloga y un estudiante de medicina que se va a escalar montañas con ella, ven poco o casi nada a la abuela…Sadie solo le consigue los remedios a su madre, ella, a veces de noche llora y la llama pero nada…Roxy no es casada ni tiene pareja, trabaja en varias escuelas, cuida con devoción a su madre, la ayuda una señora…Odi se conecto con Roxy de adultas, cuando eran chicas estaban como separadas, ella por un lado y Sadie yRoxy por otro eran carne y uña…otros tiempos)

 -holiss que cara

¿qué te trae por acá?

-mamá, los miércoles vengo a verla

-que seca estás

-tengo mucho trabajo

-siempre tan laburante

-si vos lo decís, Roxy me contó que ayer mamá entre sueños te llamaba

-no me salgas con eso, no tengo tiempo el finde voy a Bariloche a escalar con Ale…que cara che, te sigue la mufa…

-que les vaya bien

 

-ay Odi, como te fue…

-mal Roxy, ni bolilla

-no te puedo creer…como cambió éramos una piña, mamá hizo todo por ella

-creo que por eso mismo…tanto por ella

(ambas hermanas se abrazan y lloran en silencio para que no escuche la madre)

-mamá duerme Odi…estuvo tranquila

-es progresivo, algún día tendremos que pensar en internarla…

-me resisto

-la enfermedad enferma, quizá llegue el momento que no la podamos manejar, un geriátrico no es abandono…

Su mamá ya está despierta, se acerca al borde de la cama

-¿Y Sadie?

-no puede venir

-Siempre lo mismo

-Se va a esquiar el fin de semana con Ale al sur y a escalar…

-Es una desagradecida…y rompe a llorar.

(Ella le toma la mano y la abraza le pregunta si quiere merendar, la mamá asiente, llama a la cuidadora y le pide dos tes con leche y el budín que acaba de traer).

-¿Qué película vas a ver hoy?

-“Manon”.

-Nunca la oí nombrar.

-Es francesa.

-Seguro que la viste con esa amiga que yo no sabía que tenías…

-Si.

 

(Esa medianoche se despertó y volvieron los recuerdos.  Nunca traicionó a Miriam, era inexplicable porque nunca lo hizo: era muy buena chica, no se colgaba de ella pidiéndole las tareas porque era buena alumna y responsable.  Miriam tenía un plus, abolengo, su mamá era ex alumna del colegio y muchas profesoras la conocían y su familia materna era una de las familias más importantes de la ciudad. 

Un día, una profesora, una señora mayor, paso lista al curso y le preguntaba a cada alumna de que escuela provenían…cuando llega a Miriam, esta le cuenta quien es.

-Así que sos hija de Lea

-Si profesora

-Mándale saludos

Ahí entendió lo que le faltaba y lo que tenía que ganar, y se quedó pensando la manera de lograrlo. ).

 

No pudo ocultarle a su madre lo que ocurría, ella la escuchó, la abrazó y la dejó que llorara.

Él volvía poco al departamento, ella se sentía ahora más tranquila a pesar de todo.

Juntó coraje y marcó el número de teléfono.

-Hola

-¿Tía Perla? Soy yo la Rubi, Odie.

-Ah, chiquita, tanto tiempo…cómo estás…

-Bien y vos y el papu…}

-Bien nena…te paso con él

-Rubita…como está, te acordaste de tu papu…-

-con ganas de verlos…

-cuando quieras…

-el domingo voy…

-bárbaro porque el Gongo viene el sábado…te esperamos.

(Su padre era la figura enigmática de su vida, al menos de su vida ante los otros, nunca lo nombraba, muchos lo creían muerto, pero ella era la niña de sus ojos, su vivo retrato.

La historia de sus padres era la de un matrimonio malavenido, entre dos personas de distinto signo social.  El padre pertenecía a una familia importante del pueblo donde vivían, en pleno campo.  Su madre era hija de un  empleado del ferrocarril, no eran pobres pero su rango social era otro.  Ella lo persiguió hasta lograr casarse con él, pese a la oposición de su abuela paterna, que a pesar de todo adoraba a su nieta mayor pero ella lo supo  demasiado tarde.  El joven matrimonio disimuló como pudo sus conflictos, la falta de horizontes impuso el traslado hacia esa ciudad del gran Bs.As.en la cual la aguas se mantuvieron calmas hasta que la crisis estalló, cuándo su padre, empujado por el desinterés de su madre hacia él buscó en la compañía de otra mujer lo que le faltaba, más que una amante una cuidadora que cocinara, lavara y planchara su ropa, que lo atendiera y escuchara, era una de las empleadas de maestranza de la oficina en la que trabajara, que además le dio lo que para él no tenía precio:  su único hijo varón.  Cuándo su madre descubrió la situación tronó la venganza, de mujer despechada:  no le permitió ver a sus hijas durante un tiempo, tampoco volver a la casa familiar, menos que conocieran al hermanito…)

-¿Qué estás viendo hoy?

-“Manón” una película francesa…

-Nunca la escuché nombrar…

-Es la historia de Manon Lescaut, en su momento fue un escándalo por una escena en la que se veía un poco del pecho de ella, en los años cincuenta eso era gravísimo…

-Ehhh…

-Las películas francesas eran las más zarpadas…hasta ahí…

-Por lo que te escucho tenías tu veta intelectual

-Y si, en la facultad a veces se hablaban más estos temas, no tanta frivolidad…eran tiempos de ebullición nuevo pensamiento, el existencialismo, Europa, mejor dicho Francia era el faro cultural…

-Esa amiga tuya, Maricé nunca me la nombraste…

-Es que dejamos de vernos, ella también era maestra…una persona muy especial, nunca me hubiera traicionado, era muy buena, no tenía las tinieblas interiores que yo si tengo, fue bueno para ella que dejáramos de vernos…

-¿Cuándo pasó todo esto que me contás?

-Ella dejó la carrera en segundo año, porque la mamá no le permitió hacer guardias de noche, pero creó que ella no estaba muy convencida de seguir la carrera, era muy estudiosa y aplicada, pero era muy apegada a su casa, le costaba sacrificar un fin de semana…también había comenzado a estudiar inglés, y trabajaba mucho, como maestra en un turno y con chicos particulares, tenía que ayudar a su familia…ah me olvidaba de contarte que era vecina y conocía a la mamá de Myriam.

(Odile casi se atraganta con el te)

-¿Dije algo que te molestó?

-No, estaba tragando demasiado rápido (Se le llenan los ojos de lágrimas,  Myriam tampoco la hubiera traicionado.  Se despidió de su madre y emprendió el camino de vuelta a su casa.  Mientras esperaba el tren casi vacío, caía la tarde de otoño y los recuerdos se agolpaban en su cabeza y en su corazón, en especial las imágenes de esa película “Manón”, las escenas finales cuando las plantas del desierto, enfocadas de tal manera que simulaban ser monstruos o demonios torturaban con su presencia torturaban la afiebrada imaginación del agonizante protagonista que cargaba a su amante muerta.  Esas imágenes eran sus propios recuerdos.

Cuando sus padres se repusieron de esa crisis volvieron a vivir bajo el mismo techo, pero dormían separados, las tensiones estaban a la orden del día, sin embargo continuaron con esa vida hasta que él sufrió un infarto pero lo operaron y se recuperó, y tomó la decisión de irse a vivir a la casa de su ciudad natal junto con su hermana que acababa de enviudar.  Ella visitaba secretamente a su padre.  En el mientras tanto, su madre formó pareja con un señor llamado Emilio, al cual ella llamaba Emilito y lo trataba como un objeto. La muerte de dicho caballero un tiempo antes había acelerado el deterioro de salud de su madre).

-Papu, tengo que hablar con vos en serio.

-Te veo triste Rubi.

-Hace un tiempo que con Cacho las cosas no andan bien, mejor dicho no andan para nada.

-Ay mi Rubi.

-Papu, somos grandes, la relación se deterioró y el conoció a una chica y bueno así son nomás las cosas, no sufras por mi.

-¿Ella lo sabe?

-¿Mamá?. Si, aunque no le alegra mucho la novedad.

-El era un buen pibe ¿qué pasó?

-Desencuentros, la  rutina…mil cosas, creo que aunque duela es lo mejor para los dos.

-Qué cosa, él siempre me respetó.

-Te sigue respetando…

(Hace silencio…su padre también…se toman las manos, su tía los observa desde la cocina…)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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