MAS SOBRE LA NEW AGE
EL FALSO RENACIMIENTO
DE LA ORDEN DRUIDA:
En las últimas décadas,
en los países anglosajones se ha experimentado el denominado “renacimiento
druida”, fenómeno que coincide con la moda “neopagana” que constituye una parte
del fenómeno de la Era de Acuario. Ya
del neopaganismo se ocupó el filósofo ítalo argentino Pablo Cappana en una obra
colectiva acerca de las sectas en América Latina.
Aunque los integrantes
de ésta orden afirman que sus orígenes se remontan hasta la prehistoria, la
misma fue fundada en Inglaterra en 1245 plena edad media y luego refundada en
1717 coincidentemente con la reunión de la primera Gran Logia Masónica de
Londres y finalmente reestablecida en 1970.
Su estructura
jerárquica es una triada que representa a los tres principios creativos: el escriba es el pasado y el que se encarga
de dejar constancia de todo lo que sucede, el pendragón es el futuro, el que
organiza y el jefe es el presente, el que inspira al grupo.
Afirman ser más una
ciencia que una religión y ensayan una cronología espúrea que los vincula como
actores sociales de la Edad Media, la Revolución Inglesa, la Independencia de
los Estados Unidos, la Revolución Rusa.
Se dicen emparentados con rosacruces, templarios, francmasones. Son portavoces de los principios de evolución,
cambio y dinamismo como vectores de la historia. Son creyentes en la reencarnación y los
ciclos cósmicos, celebran todos los años el ritual del paso de las estaciones
en el conjunto megalítico de Stonehenge (Inglaterra).
Adhieren a la filosofía
acuariana con la creencia de la evolución de la conciencia humana. Consideran
que nos encontramos ante un punto crucial de la evolución, en el cual se
experimentará la iluminación a través de uno mismo y la humanidad dará un salto
en su crecimiento espiritual.
Pero ocurre que esta
“historia” de la orden druida es una tergiversación fraguada en la edad
moderna, con mucha influencia
masónica. La historia nos cuenta otra
realidad.
Los druidas eran los
sacerdotes de la religión celta de Gran Bretaña y Galia. Del pueblo celta tenemos las primeras
noticias durante el siglo V a.C. cuando se instalaron en el área geográfica que
comprende la península ibérica, Irlanda e Inglaterra hasta el Asia Menor. Se identifican con la “Cultura de la Tene” o
2° edad del Hierro. Su expansión se vio frenada por los germanos, romanos y
dacios. En el año 51 a.C. Julio César conquistó
la Galia. Los celtas continuaron
viviendo bajo la dominación extranjera (romanos y luego sajones) en Gran
Bretaña e Irlanda. Las fuentes romanas
nos cuentan que adoraban las fuerzas de la naturaleza, que los sacerdotes
hacían ceremonias en los bosques sagrados así como la existencia de sacrificios
humanos, demostrados por la arqueología.
Esta información se la debemos a Julio César ( Comentario a la guerra de
las Galias) y a Diodoro de Sicilia y a Estrabón. No tuvieron relación con los constructores de
Stonehenge y Avebury ya que estos complejos megalíticos datan de la edad de
Bronce (2100 a 1600 a.C) y son anteriores a la aparición de los celtas. La religión celta dominada por los druidas
fue eliminada por los romanos que conquistaron el último bastión de este pueblo
en la batalla de Anglesey en el año 58 d.C.
Los celtas que
habitaban en Irlanda dejaron información directa, proveniente de manuscritos
medievales que fijan por escrito las tradiciones orales, pero recién el siglo
XII d.C. plena Alta Edad Media. Estos
datos fueron corroborados por la arqueología y la historia y nada tienen que
ver con las pretensiones de los falsos druidas modernos
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