ROMANCE 1

 Mi "romance " de lectura con Juan José Sebreli comenzó un día de 1984 cuando me compré "Eva Perón aventurera y militante".  Era el primer libro que leía de él pero no fue el más fácil, aún así se convirtió en uno de mis autores de cabecera.  Si me permitió incorporar un modo de lectura y oralidad basado en la ironía que más tarde desarrollé y apliqué a la escritura.  Como apéndice tiene el texto una cronología de la vida de Eva que no tiene desperdicio.  En 1992 compré "Los deseos imaginarios del peronismo", que me hacía compañía en las largas tardes de trabajo en la secretaría y en las horas libres.  Comprobé que Sebreli no era muy conocido entonces por el cuerpo docente de los dos colegios en los cuales trabajaba, y eso que desde la década del sesenta o antes, en los tempranos cincuenta ya estaba activo, por otro lado podía yo llevar el libro debajo del brazo que no pasaba nada.  En 1997 pude conseguir "El asedio a la modernidad" que ya había publicado en 1991 y que resultó un potente antídoto con respecto a la difusión de la leyenda negra antiespañola reeditada por el quinto centenario de la hazaña colombina, que infectó también a colegios y docentes católicos que debí padecer en carne propia,  esta actitud fue revalorizada aún por intelectuales que estaban y estás en las antípodas de Sebreli.  En 2006 leí "El tiempo de una vida" su poco difundida y leída autobiografía, de la cual hace pocos días tomó el tema de uno de sus editoriales Jorge Fernández Díaz.  Este libro personal me animó mucho en días aciagos (era reciente la muerte de mi mamá) y fue también un festival de recuerdos familiares amen de una interesante recorrida por más de medio siglo de historia argentina y mundial.  En 2007 en el recién inaugurado Carrefour de la calle Oliden, en el cual vendían libros compré "El olvido de la razón" que contiene un capítulo demoledor sobre las ideas de Foucault que luego se extendió al albolicionismo que propugna Zaffaroni, en un envío del programa de cable "Aguafiestas".  Con este texto me encontré con un Sebreli defensor, a su manera del orden natural y los valores de occidente.

En 2008 "Comediantes y mártires", reconozco que es injusto con Gardel, pero el capítulo de Eva Perón no tiene desperdicio al citar como fuente los libros de Paco Jaumandreu, diseñador amigo de Eva que cuenta todo tal cual lo  vio y vivió, ejem cosillas que a muchos peronistas no le van a gustar.  El año 2010 lo parto en dos:  en enero conseguí de segunda mano el inhallable "Escritos sobre escritos, ciudades bajo ciudades" con información contundente sobre la historia social y cultural y la vida cotidiana de Buenos Aires en la primera mitad del siglo XX, tratando temas ríspidos hoy instalados, pero con gran altura intelectual y lenguaje cuidado, y eso que el hombre anduvo y lo confiesa...y también "Las señales de la memoria"  libro en base a un largo reportaje que sería el antecedente de "El tiempo de una vida".  Es básicamente un manual de historia social, que hasta me sirvió para hacer la defensa oral del proyecto de historia sociopolítica, materia que dicto en el Conservatorio Julián Aguirre.  En Agosto de 2010, la segunda parte, adquirí su recopilación "Cuadernos" en el cual continúa bajando del pedestal a ciertos personajes elevados hoy al martirologio progre.  También recuerdo un volumen del desaparecido Centro Editor de América Latina, que recopila textos con el título "Buenos Aires y su gente"  en uno de ello desmitifica la figura de Gandhi.  En el año 1991 adquirí algunos ejemplares de la revista "Primera Plana" del año 1965 en uno de ellos publicaba una pequeña autobiografía situada en la década de su nacimiento, 1930, lo utilice como lectura en un tercer año y a los alumnos les gustó leerlo. Su obra más conocida y que lo lanzó a la fama "Buenos Aires vida cotidiana y alienación" fue reeditado 40 años después con el agregado de "Buenos Aires ciudad en crisis".  Lo compré en la feria del libro del año 2012 en un stand que lo ofrecía con descuento de 50% sobre precio de tapa.  Este trabajo despertó mi amor por la ciudad de Buenos Aires, me ayudó a entender mucho a la sociedad argentina y me llevó a frecuentar a otros autores como Sandor Marai y Blas Matamoro.  En tus 91 años recién cumplidos...muchas gracias Juan José.