Entradas

HISTORIAS DE LIBROS 4

 Para octubre de 2020 me entero que cerró la librería KemKem de Lomas de Zamora, su local de Gorriti casi llegando a la estación.  Era un tugurio, pero tugurio bueno.  Tenía libros amontonados hasta en el piso, pero me supe traer verdaderos tesoros de ahí por precios más que convenientes, como los dos tomos de "La filosofía hoy" de M.F. Sciacca a $500.  También había cerrado en 2014 "Rayuela" sobre Loria e Italia.  También ahí hice mi búsqueda del tesoro.   "El 9" era otra librería que cerró, Estaba sobre Carlos Pellegrini entre Laprida y Boedo.  Tenía buenos títulos, algunos con descuento del 50% sobre precio de tapa, usados o de saldo.  Había varios locales, en Adrogué y Quilmes, pero cerraron en 2010, una lástima.

REMEMBRANZAS

 Fue en julio de 2004 más precisamente el 14 de julio, en pleno receso escolar de invierno (las vacaciones de invierno que le dicen).  Había ido a la mañana casi mediodía de una jornada con sol pero con frío a Gruta de Lourdes a cobrar sueldo y aguinaldo.  Al salir de la escuela, cruzo la calle Guido y Spano en dirección a la remisería que estaba en la mano de enfrente, al lado de un kiosco que ya no está.  Precisamente al observar la vidriera de ese kiosco librería me detengo en un cartel de papel tipo fotocopia, en blanco y negro, que anunciaba una función de circo en el salon de actos de una escuela pública de las cercanías.  Aunque nunca fui afecta a ir al circo, tampoco mi familia lo era (salvo el Circo de Moscú o el circo de Marrone que eran verdaderos espectáculos) la visión del cartel disparó en mi una sensación semejante a la magdalena mojada en te a la cual hace referencia Marcel Proust en "A la búsqueda del tiempo perdido".  Fue como un flash.  La fantasía de un ci

SILVIA LEGRAND: LA MELLIZA OLVIDADA BIS

 En los tempranos 80, ya había tele a color, pero en mi casa todavía tendríamos unos años más la tele en blanco y negro.  Recuerdo una tarde de verano, con sólo cuatro canales de aire, canal 11, si mal no recuerdo, rellenaba su programación con viejas películas argentinas de la época de oro del cine nacional, o sea los años 40 y 50.  Una tarde de aquellas el espacio fue ocupado por una película protagonizada por las mellizas Legrand, que así se las conocía por aquel entonces a Mirtha y a su hermana Silvia.  Era su título "Soñar no cuesta nada".  La vimos entera, tratando, casi como un juego de adivinar quien era quien, si Silvia o si Mirtha.  Cuando terminó la película mi abuela Rosa me contó que en su momento se rumoreaba que tenía más futuro como actríz Silvia, que trabajaba mejor que Mirtha, paradojas del destino, el mejor futuro fue para Mirtha.  Silvia se casó con un militar y la moral social de aquel entonces no veía bien que la esposa de un militar fuera actríz, aún cu

LANDRU INOLVIDABLE

 Con la muerte, en julio de 2017 a la edad de 94 años, de Juan Carlos Colombres "Landrú", el genial dibujante y humorista se va cerrando una época de la historia de la cultura argentina:  la de la renovación del humor gráfico en la segunda mitad del siglo XX.  El creador de "Tía Vicenta", me hacía reír muchísimo siempre, lo recuerdo particularmente en su sección de la revista Gente en los años 70.  El ránking de la clase A, el gato clase A, las "espantosas investigaciones" y las encuestas que rayaban en el absurdo, las fotos antiguas con epígrafes totalmente distintos a la imagen.  Me divertí sobremanera con un ejemplar de Gente de fines del año 1980 en el cual presentaba las candidatas para ser elegidas como "La nonna 10 argentina", cuyo listado era encabezado por Mirtha Legrand.  Otra creación insólita era el "chipecondién" especie de mounstruo pequeño chiquitito pero con dientecitos.  En otro ejemplar de Gente en el año 1984 presenta

NOTA POETICA

 Quiero aclarar que estos dos poemas anteriores los compuse en 2001, en base a sueños que tuve, me daba la impresión que con poesía era la mejor manera de contarlos.

MUSICA TRISTE

 El mármol frío y blanco de tallado ondulante parece flotar como el aire de esta tarde invernal que se va a fragmentar en un fuego escondido tras el hierro de una salamandra que se agita de ardor pero no basta, el hielo del vacío  no podrá derretir. Y mientras tanto frío contra hielo, el fuego ya no hará  nada más lo mismo pasa  siempre cuando  ese páramo es la  desoladora soledad.

LA COLUMNA

La columna de hierro, hacia el cielo se eleva,  lo quiere horadar, su altura vértigo y miedo da vaya figura de lo que a una escapará pero que al fin  la atrapará. Jónica, dórica, corintia, de cualquier ángulo la verás, creerá que tierra firme pisarás, pero en  el vacío una está.  Que nada somos, tal vez un puñado  frente a la eternidad.